Cuando viajas a Munich, una de
las visitas obligadas es la Catedral de
Nuestra Señora (Dom zu Unserer
Lieben Frau o Frauenkirche).
Un majestuoso edificio, coronado por dos torres, una con mayor altura que la
otra, que es uno de los emblemas de la ciudad de Baviera. La catedral de estilo
gótico tardío fue construida entre 1468 y 1488, siendo consagrada en 1494. La
catedral fue ordenada construir por Segismundo
de Baviera, que encargó la construcción al arquitecto Jörg von Halsbach. El arquitecto se puso manos a la obra y, en
tan solo veinte años, la obra finalizó cuando se acabaron las dos imponentes
torres.
La inmensa catedral fue construida en tan solo
veinte años, algo impensable para la época, cuando lo normal era que un
edificio de estas características tuviese más de un maestro de obras, que iban
pasando uno tras otro cuando el anterior fallecía. Lo que poca gente sabe es
que el arquitecto, Jorg von Halsbach, había colaborado estrechamente con el
mismísimo Satanás para construir este templo.
El diablo, al ver que la ciudad
de Munich se disponía a construir un templo capaz de acoger a más de 20.000
siervos de Dios, quiso, de alguna manera boicotear la construcción. Cuando Jörg
von Halsbach se enteró de las intenciones del diablo, se propuso impedir sus
oscuras intenciones. No podía permitir que este ser lleno de maldad no le
dejase construir, lo que sin duda, era el trabajo de su vida. Por lo que le
ofreció un trato. Le demandaba que le dejase edificar la catedral, a cambio, la
construiría sin ventanas. El diablo no pudo reprimir la tentación de jugársela
así a su gran enemigo, Dios, y aceptó el trato. Un lugar tan oscuro no se podría
consagrar a la oración ni a la adoración a Dios.
El diablo ayudó a Jörg von
Halsbach a construir el edificio en tiempo record y en veinte años ya era una
imponente catedral, que ascendía hasta el mismo cielo de Munich. Sin embargo,
el diablo no contaba con que un vulgar humano fuese más inteligente que él.
Cuando entró a la catedral, para contemplar la más aterradora oscuridad, pudo
comprobar que la luz se introducía en ella sin saber por qué. Era tan potente
que era capaz de cegarlo. No obstante, no veía las ventanas por ningún lado
¿Cómo se iluminaba el edificio entonces? ¿Dios, en su omnipotencia, había
producido luz donde debería haber oscuridad?
Nada de eso. Jörg von Halsbach sí
que había construido ventanas, pero las grandes columnas que recorrían toda la
catedral impedían que estas ventanas fueran visibles desde la entrada.
Comprendiendo que un simple humano había sido capaz de engañarle, el diablo
entró en cólera. Su orgullo fue dañado de tal manera que antes de marcharse de
aquel infame lugar dejó la huella de la planta del pie en la entrada. Así podía
evidenciar que había estado allí y que había sido el artífice de la rápida
construcción de la catedral.
Siendo ayudado o no por el
diablo, Jörg von Halsbach consiguió algo extraordinario para la época. Es
difícil explicar cómo consiguió acabar con tanta diligencia una obra tan
colosal. Lo cierto es que lo hizo y la catedral se convirtió en un emblema de
la ciudad bávara.
No obstante, no tanto el diablo
como el ser humano, destruyeron gran parte de la catedral durante la Segunda
Guerra Mundial. Los bombardeos destruyeron el techo y una de las torres quedó
severamente dañada. En 1994 finalizó totalmente la restauración del edificio y
ahora podemos disfrutar de la catedral que fue construida por el hombre que fue
más listo que el diablo.
Te estreno el blog Rositaaa!!! Q sigas publicando muchos más temas y lo vea mucha gente ;)!!
ResponderEliminarPD: Un articulo tiene q ir dedicado a tu ekipo ehh!! Un besitooo
Que interesante Rousse!! Sigue asi ;P
ResponderEliminarMuy muy interesante! No dejes de publicar cositaaas :-) muuuak
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